LA DETENCIÓN EN UN PUESTO LIMÍTROFE DE SAN LUIS Y LA “COCAÍNA DEL DELFÍN” QUE PERMITIÓ LLEGAR A LOS PROVEEDORES Y DISTRIBUIDORES DE DROGA EN MERLO Y VILLA MERCEDES
Se trata de un golpe contundente al narcotráfico en la provincia de San Luis. La Justicia Federal descubrió un entramado que hoy tiene a los líderes de dos estructuras criminales presos.
Hace siete días, el Escuadrón de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales de la Gendarmería Nacional, junto a la División Lucha Contra el Narcotráfico (Unidad Regional II) de la Policía de San Luis desplegaron el operativo más fuerte que se había observado desde que la droga se instaló en Villa Mercedes. Detrás, dos estructuras criminales que se articularon para hacer del negocio de la cocaína “el imperio” propio.
El disparador de una investigación que desarrolló por seis meses la Fiscalía Federal de Villa Mercedes fue un ladrillo de cocaína (con envoltorio amarillo) que les incautaron a Juan Carlos Insúa (un sindicalista de la carne) y a Natalia Amar cuando lo transportaban desde Buenos Aires, el 18 de junio del año pasado. Tenían como destino la Villa de Merlo, donde la mujer hacía funcionar un kiosco de droga.
El pesaje del “ladrillo” fue de 1.093 gramos, lo suficiente para la elaboración 4.000 dosis, las que puestas a la venta en la calle ascendían en ese momento a la suma de $15.302.000.
Cuando Insúa y Amar fueron detenidos por la Policía de San Luis en La Punilla.
En Los Molles, en un allanamiento, quedó detenido Héctor Raúl Ramayo. En su casa se le incautó florescencias de similares características a la variedad de la especie cannabis sativa (312 gramos). También una balanza digital con restos de cocaína, y semillas de la misma planta (27 gramos).
Los tres están ahora con prisión preventiva en el Servicio Penitenciario Provincial.
La droga con la marca del delfín que fue secuestrada.
Lo más llamativo del hallazgo, a Insúa y Amar, fue la marca del delfín: un logo que se suele repetirse en los cargamentos de cocaína secuestrados en distintos operativos realizados en la Argentina. Ese fue, concretamente, el inicio para exponer el entramado de una red del narcótico en tierras sanluiseñas.
La insignia puede vincularse con Delfín Reinaldo Castedo, conocido como “El patrón del norte”. Es una marca impuesta por él, y utilizada por diferentes grupos para indicar “la calidad de la droga”.
La droga con el sello del delfín. Según las averiguaciones, era comprada a un cártel peruano.
Castedo supo construir una logística criminal en la frontera entre Argentina (Salta) y Bolivia, y usó contactos políticos y judiciales para mover la droga. Cumple una condena desde el año 2016 en el penal de Ezeiza, pero su organización siguió vigente este tiempo. Fue condenado por eso, y además tiene una prisión perpetua por asesinar a una productora de huevos que lo denunció por las maniobras narco en Salvador Mazza.
La banda que entró droga a San Luis
Según la averiguación que están a cargo de la Fiscalía Federal de Villa Mercedes, la droga que entraba a San Luis se compraba a un cártel peruano (instalado en Buenos Aires). Ese estupefaciente era ingresado, posiblemente, desde Bolivia.
En Escobar detuvieron al hijo de Insúa (sospechado de proveer vehículos para los revendedores en Merlo), y en Recoleta, a un empleado de Aerolíneas Argentinas (involucrado también en la logística, el transporte de sustancias y de dinero). Los dos están en la segunda línea de la organización en Buenos Aires.
En la ciudad de Los Comechingones tiene otros referentes, entre ellos revendedores en Merlo, Carpintería y localidades del Valle del Conlara, como Santa Rosa; y conexión con un vendedor en Villa Mercedes (como el principal cliente que significó la expansión del negocio).
Éste último recibía la mercadería semanalmente, generalmente de noche, en un lugar concreto, a las afueras de la ciudad. Se sabe que la cantidad iba subiendo por la gran demanda que había: el ritmo de la venta era alto. Podían ser 5 o 6 kilos semanales.
De los datos recolectados también se desprende el interés de proyectarse hacia otras provincias o destinos en el exterior, (del grupo liderado por Insúa y Ramayo) debido al crecimiento que experimentaba la organización. La visión estaba puesta en construir el propio “imperio” y “hacer historia”.
En Villa Mercedes, además del principal cliente (que fue detenido hace una semana) tenían un gestor que cumplió un trol funcional dentro de la estructura, incluso como recaudador del dinero producto de la venta. Asumió tareas para sostener la logística. Este, se supo, no está detenido, y tampoco prófugo. Pero sí será llamado a declarar.
Un “clan” familiar
Los que ahora están detenidos son nueve: cinco hombres y cuatro mujeres. Es para la Justicia, un clan familiar, ya que entre los integrantes hay relación sanguínea y de pareja. Hay otros 4 que están prófugos y con pedido de captura.
Dos de los detenidos sospechados de integrar el "clan familiar" en Villa Mercedes.
Como la anterior tiene su propia estructura jerárquica y distribución de roles. Contaba con una gran cantidad de revendedores, y puntos de comercialización, principalmente en los barrios Eva Perón I y II. Héctor “El Oso” Frías y los hermanos Fabián y Briza de los Ángeles Porras, que están con preventiva en la cárcel, tenían relación con esta organización.
El carácter territorial les daba protección dado que eran avisados de inmediato sobre procedimientos judiciales o el ingreso de la fuerza de seguridad a los barrios. Tenía contacto con otras líneas de abastecimiento.
Cuando se cumplan los plazos legales, desde que fueron indagados, el juez Federal Juan Carlos Nacul determinará si los procesa con prisión preventiva, o resuelve de otra manera. Lo primero es más seguro que pase.
Por otra parte, los dos detenidos en Buenos Aires, que le pidieron al magistrado quedarse allí que es donde tienen arraigo, van a ser trasladados a San Luis este fin de semana, y compartirán pabellón con el resto de los implicados.
Los 9 detenidos en Villa Mercedes, sospechados de integrar el "clan familiar".
LA DETENCIÓN EN UN PUESTO LIMÍTROFE DE SAN LUIS Y LA “COCAÍNA DEL DELFÍN” QUE PERMITIÓ LLEGAR A LOS
